Juego responsable
Las apuestas son un pasatiempo popular que puede ser divertido e incluso puede conseguirte algo de dinero. Sin embargo, cuando se apuesta de manera irresponsable, el juego puede convertirse en una adicción. Como cualquier adicción, el juego excesivo puede causar problemas sociales y financieros. También puede contribuir a una menor salud física y mental teniendo un efecto en la capacidad laboral y económica de una persona. El concepto de juego responsable puede parecer sencillo, pero puede ser difícil de mantener con el tiempo. Es importante que los jugadores reconozcan cuando sus actividades de apuestas se están volviendo un problema o están afectado otras áreas de su vida.
Crear un presupuesto
No importa cuánto tiempo lleves apostando, tener un presupuesto establecido desde el comienzo es algo de vital importancia. Cuando desarrollas una adicción al juego, es fácil gastar más dinero consecutivamente cada vez que visitas un casino. Con frecuencia los apostadores aumentan sus apuestas después de tener una victoria, lo cual puede resultar en mayores pérdidas de lo anticipado. Crear un presupuesto te permite mantener el control de tus gastos y de tus hábitos de apuestas.
Al desarrollar un presupuesto, sé realista con la cantidad que puedes usar cada día, semana o mes sin interferir con otras obligaciones financieras. Aunque lo ideal es que quieras ir a un lugar donde tus ganancias paguen una parte o la totalidad de tus apuestas, no te pases de tu presupuesto en un intento por ganar más. Una vez que hayas alcanzado el límite establecido en tu presupuesto, deja de apostar.
Seguimiento de gastos
Aunque el presupuesto es el primer paso en el juego responsable, un presupuesto no es realmente efectivo a menos que mantengas un seguimiento constante de tus gastos. Los casinos en línea facilitan este seguimiento contable ofreciendo información financiera en tiempo real.
Los casinos en línea les permiten a los jugadores establecer límites y notificarlos si están cerca o han alcanzado su límite. Las plataformas de seguimiento también permiten que los jugadores vean todas sus transacciones en un solo lugar, incluyendo la cantidad apostada, la cantidad ganada, la cantidad perdida y su balance actual.
Conoce tus límites
Al jugar, ya sea en línea o en un establecimiento físico, solamente debes apostar dinero que puedas permitirte perder. Aunque te sientas con “suerte”, tomar la decisión de apostar el dinero de tu alquiler o tu alimentación en un intento por ganar más siempre es una mala decisión.
Una de las partes más difíciles de apostar es tomar la decisión de detenerse. Cuando te enfrentes a este dilema, recuerda que la casa siempre tiene la ventaja y tú estás predestinado a perder más de lo que puedes ganar. Jugar dinero real puede hacer una verdadera diferencia. En vez de vincular tu cuenta con una tarjeta de crédito que puede fomentar el gasto irresponsable, usa una tarjeta de débito, una transferencia bancaria o un monedero electrónico para que la transacción se sienta más real.
Mantén la diversión
El problema comienza cuando los jugadores dejan de apostar por diversión y más como una fuente de ingresos. Nunca debes depender de las apuestas para pagar tus facturas, alimentar a tu familia o hacer comprar grandes. En cambio, deben usarse únicamente como un pasatiempo divertido que los jugadores tienen de vez en cuando.
Para mantener la diversión, apuesta únicamente cuando te sientas relajado. Si empiezas a sentirte estresado o irritable, toma un descanso y retírate del juego. Ten presentes otras señales de alerta que podrían indicar que tu comportamiento se está volviendo un problema, como la necesidad de apostar con mayores cantidades de dinero para alcanzar el mismo nivel de emoción o la necesidad de mentir para ocultar la magnitud de tu participación en el juego.
Evita los detonantes
Ciertas influencias pueden causar una mala toma de decisiones cuando se trata de las apuestas. Si un jugador no puede controlar sus comportamientos, esto puede generar problemas con las relaciones, las finanzas y el trabajo. En algunos casos, la persona no puede darse cuenta de que tiene un problema. Conocer los detonantes asociados con las apuestas puede ayudarles a los jugadores a tener mejor control sobre su adicción al juego.
Se ha descubierto que algunos factores aumentan el riesgo de apuestas excesivas. Algunos de estos factores incluyen el uso de ciertos medicamentos, como los agonistas de la dopamina y los medicamentos antipsicóticos. Además, algunos problemas mentales como la ansiedad, la depresión y los trastornos de la personalidad pueden contribuir al problema con el juego. Otras adicciones, como el alcohol y las drogas, también pueden aumentar el riesgo de que una persona desarrolle una adicción al juego.
Interrumpir las actividades
Además de establecer límites directamente en tus cuentas de casino en línea, hay otros recursos disponibles para los jugadores que experimentan una adicción al juego. Hay varias herramientas en línea que están diseñadas para desincentivar las apuestas bloqueando dominios específicos o configurando filtros con palabras clave que bloquean determinados términos, como “casino” o “apuestas”.
Algunas de estas herramientas incluyen:
- Net Nanny – Net Nanny es un galardonado software que te da control sobre lo que sucede dentro y fuera de tu casa. Con una suscripción anual, la herramienta ofrece un filtro con palabras clave y funciones similares. Puede instalarse en Windows, Mac, Android y iOS.
- GamBlock – Con GamBlock, puedes bloquear fácilmente el acceso a los sitios de apuestas en internet o a un software de apuestas. El programa está diseñado para permanecer en un ordenador una vez que haya sido instalado.
- BetBlocker – BetBlocker es una herramienta gratuita disponible para Windows, Mac, Android y iOS que ofrece un bloqueo de dominios.
Las apuestas pueden ser un pasatiempo gratificante cuando entiendes que eres responsable por tus acciones. Al usar estas herramientas y los otros consejos mencionados, puedes aprender a apostar de manera responsable para disfrutar del juego sin miedo a las consecuencias.
